jueves, 11 de octubre de 2012

Un ejercicio de Fermentación.


En esta aventura enológica cada día es una incógnita bañada de conjeturas anteriores acerca del que pasará. Lo que si que sabíamos es que en nuestros dos depósitos pasarían cosas distintas y que debíamos estar atentos para no cometer errores y conseguir el mejor resultado posible.


Así que creo que hoy vamos a hablar de nuestra tina de 500 litros, sin sistemas de refrigeración, en la que hemos decidido usar los métodos más tradicionales de bazuqueo y jarreo del mosto/vino. El séptimo día tras el encube, nuestra pequeña tina decidió hacer un descanso en la fermentación, deteniéndose la misma a 1001 de densidad, lo que hizo que no descansáramos ninguno de nosotros, y en los días venideros decidió ir perdiendo temperatura a razón de un grado por día. La verdad que debemos decir que hemos sido muy afortunados con el clima ya que en Patones bajó mucho la temperatura los 11 días después de la vendimia, lo que permitió un control natural de la temperatura de fermentación, sin que en la tina superase los 26 grados. Viendo que durante los siguientes 5 días la tina seguía sin moverse en cuanto a densidad, decidimos seguir bazuqueando y jarreando con cierta intensidad ya que el deposito se encontraba bastante saturado de CO2 y eso nos permitía tener esperanza de que podría volver a arrancar.





Fueron días de tensa espera, llamadas continuas entre nosotros pensando que podía pasar y como podíamos volver dicha tina a la vida. Días de leer a Claude Flanzy y al señor Hidalgo, repaso de apuntes de la universidad y de repetirnos “no te preocupes que va a estar genial”. Pero las catas nos daban ciertos aromas que nos hacían dudar, no por negativos, sino por desconocidos.


De repente el día 14 notamos un ligero aumento de temperatura y de la consistencia del sombrero, (la parte de las pieles de las uvas que flota por efecto del CO2) pero la densidad seguía estancada, quizás había bajado un punto, hasta que al final el día 16 el vino se quedo en 997 lo que nos hace decir que están oficialmente seco. Así que ahora le quedan unos 15 días de maceración con ligera aireación para la extracción de mayor color y tanino, conseguir mayor estabilidad de los componentes, a la vez que preparamos el vino para la estancia en Barrica durante 4 a 6 meses.


De momento nuestra graciosa tina espera a ser descubada en 10 o 15 días, pero ya estamos mas tranquilos y contentos, además la cata es pura fruta con una gran estructura, ningún aroma que nos haga dudar… veremos si conseguimos mantenerlo!


Pronto tendremos la breve historia del depósito de Acero inoxidable, pero como os dije al principio eso ya es otra historia…


2 comentarios:

  1. Joder que control!!!! Os lo estáis currando como jabatos.

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    1. Te garantizo que currar, estamos currando. También es justo reconocer que no estamos solos.

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